Carlos Iván Landa Kerschbaumer.
Cuando alguien observa a una pareja de viejecitos, seguir juntos, hasta el final de sus vidas, tortoleando a pesar de su dilatada edad, sentados en una banca, o en cualquier otro escenario, quizá se pregunte en sus adentros, ¿podré acaso llegar a esa edad?, porque la verdad, es que la vida de los jóvenes, se halla en riesgo, debido a que la muerte los sorprenden inesperadamente.
A lo largo de los años, se ha observado, que muchos jóvenes, pierden la batalla con la parca, por muchas razones, sea durante una riña en una discoteca, por efectos de un asalto en alguna calle peligrosa, bebiendo en un bar de baja reputación, o durante la volcadura de un vehículo, que haya requerido para transportarse a alguna ciudad, para visitar a su familia o para realizar sus estudios.
La verdad, es que nos estamos acostumbrando a ver morir a la gente, algunos podrán decir, que en esto, el destino asume su parte, pero mejor, esto dejémoslo, a los lectores de oráculos, y a los seguidores de videntes, porque la muerte puede evitarse, si se tiene algo de responsabilidad, y se piensa que detrás de nosotros tenemos una familia, que está pendiente de nuestra actuaciones.
Está claro, sin embargo, que una muerte durante un asalto en una carretera, o la caída de un bus a un abismo, se genera por una serie de circunstancias, que escapan muchas veces, a nuestra responsabilidad, se han visto muchos casos, en que las víctimas de un accidente de tránsito, son consecuencia de la ebriedad del chofer, falta de mantenimiento del vehículo o por el cansancio.
Esto puede evitarse, claro que sí, si la empresa de transportes, exige a los conductores de sus vehículos, evitar el consumo de alcohol, antes de salir en ruta, si es que el taller de mecánica de la empresa hace una revisión técnica de las unidades a su cargo, y si se recomienda al personal de choferes, no comer exageradamente, cada vez que realizan sus viajes de itinerario, como ocurre.
Durante los asaltos en las carreteras, urge realizar estrategias de seguridad, situación que no existe, porque los vehículos no poseen equipos de radio, que les permita comunicarse con la policía, cuando los delincuentes observan que no existe control policial en las carreteras, actúan, además de ello, las empresas de transportes deben tomar medidas de protección a los usuarios.
Muchos accidentes suceden por el excesivo crecimiento del parque automotor, antes no se permitía que los motocar superarán la cifra de 400 unidades, pero hoy observamos que ese límite ha sido superado con creces, actualmente suman más de un millar los vehículos menores que circulan en nuestra ciudad, generando enorme tránsito, y poniendo en peligro la vida de la gente.
En el tema de protección a los jóvenes, tienen mucha responsabilidad los padres de familia, que por razones de trabajo, u otras, descuidan a sus hijos, y hasta desconocen qué hacen cuando no están bajo su responsabilidad, mientras esto siga ocurriendo, seguirán muriendo los jóvenes, quienes por su corta edad no reparan en el peligro, y los niños seguirán atropellados en las calles.