Homenaje a las madres

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Por: Carlos Iván landa Kerschbaumer
Por: Carlos Iván landa Kerschbaumer
Por: Carlos Iván landa Kerschbaumer

Cuando escribimos esta columna muchas familias se reúnen para celebrar el día de las madres, lo escribimos en plural, porque la fiesta incluye a todas y cada una de ellas, algunos hijos e hijas, incluso, han tomado la efeméride como si se tratara de una fiesta navideña, con canastas incluidas, en la programación familiar, se encuentran reuniones en restaurantes y recreos locales.
En cuanto a regalos, mucha gente estila, obsequiarles a las madres, licuadoras, ollas, cocinas, refrigeradoras, y cuantos artefactos electrodomésticos se utilizan en el hogar, esto ha sido tomado como darles más trabajo a las mamás; el mensaje sería: «te doy esto para que nos prepares los alimentos», es decir el regalo, es para que trabaje a favor de la familia y no un presente para ella.
En ese sentido, el día de las madres, se ha convertido en un tema de relajo, una oportunidad para juntar a madres, padres, hijos, hermanos, y demás miembros de la progenie, que seguramente son muchos más miembros, pero lo lamentable, que si bien los familiares rodean a sus madres, serán ellas, las que seguirán laborando, preparando los platillos que le agradan a sus hijos y hasta nietos.
No falta tampoco algunas disputas, entre los miembros de la familia, que se producen conforme van ingresando las copas de licor a sus organismos, entre las comunes y corrientes, se encuentran cargos que se hacen unos a otros por la prolongada ausencia en el seno familiar y el abandono a la autora de sus días, muchas veces, por la nueva posición económica del hijo y el egoísmo perverso.
En muchas familias el día de las madres, se ha convertido como consecuencia en una suerte de encono familiar, porque no todos los hijos poseen solvencia económica, y a partir de ahí, aparecen las diferencias, resquebrajando la unión familiar y el amor que siempre debe estar presente en estos días, porque a partir de la separación de los hijos, no todos entienden el amor a la madre.
Sin embargo, también existe excepción a la regla, hijos bien criados, que no obstante la lejanía y el hecho de haber constituido sus propias familias, siempre guardan un espacio para dedicarlo a sus madres, más allá de sus obligaciones personales y profesionales, sus progenitoras viven en ellos, cuando esto ocurre, la familia alcanza niveles de amor felicidad, y las frustraciones no cuentan.
Empero, siendo el día de las madres, una fecha de permanente recordación, para estas valerosas y abnegadas mujeres, la fecha si bien constituye alegría porque ven reunida a la familia en torno a ella, el regalo no es significativo, sea cual fuere la situación social y económica existente, ella es feliz aun en pobreza, porque para ella un obsequio no condiciona el amor que siente por sus hijos.
La reflexión en este día, es que todos tengamos memoria, los mayores, de lo que fue la familia con ella, cuando vivíamos en el seno familiar, y los más jóvenes, que aún permanecen bajo su administración y cobija, asumir sus responsabilidades, cumpliendo con sus quehaceres, y amarla todos los días, como ella lo hizo, cuando éramos niños y nos alimentaba e instruía con gran cariño.

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