En la provincia de Andahuaylas el anuncio del paro agrario desde tempranas horas hacía presagiar que sería contundente, que contaría con el respaldo y apoyo de la población rural y campesina a nivel de toda la región de Apurímac, tal como lo anunciaban diferentes medios de comunicación con el cierre total de las puertas de las instituciones educativas, públicas y privadas, así como el cierre de muchas empresas y negocios comerciales incluyendo el Mercado de Abastos, comercio ambulatorio y la paralización de todos los servicios de transporte urbano, rural e interprovincial de acuerdo a la plataforma de lucha frente a los acuerdos tomados en las diferentes asambleas, que contó con la participación de los dirigentes de organizaciones de todos los sectores, acordando llevar adelante un paro integral indefinido, con la finalidad de exigir al gobierno regional y central el respeto de los derechos vulnerados de toda la masa campesina y de la ciudadanía.
La paralización en Andahuaylas fue tibio, de poca concurrencia en su primer día, donde en horas de la mañana la población se mantenía a la expectativa de lo que pudiera ocurrir durante el transcurso del día con algo de inquietud e impaciencia. A las 10 de la mañana un grupo de manifestantes del sector de Chumbao encabezaba e iniciaban esta manifestación acompañados por un ciento de estudiantes de la Universidad Nacional José María Arguedas, quienes se suman a este paro exigiendo una Auditoria Inmediata por parte de la Contraloría General de República y la destitución y sanción de la comisión organizadora de la UNAJMA de Andahuaylas.
Esta turba inicio su concentración en el campo de la feria local donde iniciaron su recorrido hacia el parque de Lampa de Oro, pasando por la Av. Andahuaylas, enrumbaron hacia el mercado central con un recorrido para llegar hacia la plaza de Armas de Andahuaylas, donde exigían al actual alcalde y sus funcionarios unirse a la lucha agraria para finalmente retornar por la Av. Andahuaylas hacia la feria local, todos ellos realizaron este recorrido pacíficamente con bambalinas y pancartas en mano, con gritos y hurras contra la corrupción y el mal manejo administrativo por parte de algunos funcionarios del Gobierno Regional que contaban con el resguardo de algunos efectivos de la Policía Nacional del Perú, donde muchos locales comerciales y negocios cerraban sus puertas e inmediatamente reabrían tras el paso de este grupo de manifestantes.
Así fue el primer día del paro agrario convocado por la FERPA – Federación Regional de Productores Agropecuarios, a la espera que otras organizaciones, comunidades y pueblo en general de las demás provincias se sumen a esta lucha en favor del sector agrario, con otros petitorios en el sector salud y educación. Al parecer el pueblo todavía aguarda y ve que no es necesario paralizar porque eso implicaría la paralización del sector educación, salud y el agro en su totalidad. (JCDF Andahuaylas)