Desde el proceso electoral del 2021 a la fecha, mucha agua ha caído bajo los puentes, tras la elección de Pedro Castillo Terrones y su asunción a la primera magistratura de la nación, se han producido situaciones de permanente crisis política por la incapacidad de Castillo Terrones para gobernar con ministros fusibles de escasa preparación y radicalismos lo que resulta insostenible.
Durante los ocho meses que el gobierno de “Perú Libre” se encuentra en el poder, los desaciertos del mandatario han sido frecuentes, su terquedad por copar las instituciones con sus paisanos y personajes sin ningún perfil, pone al descubierto su escasa lectura de la realidad, pese a ello sus seguidores lo siguen protegiendo. La oposición señala que Pedro Castillo genera la inestabilidad.
A Castillo se le recuerda por su gran capacidad de convocatoria en las marchas de protesta enarbolando las banderas de Movadef, donde era cabeza visible de la lucha magisterial en pugna con el Sutep, al que consideraban oficialista, planteando la inscripción de una nueva fuerza gremial cuya plataforma exigía la reivindicación de los maestros, mediante incremento de salarios y otros.
De ahí, nadie pensó, que el anuncio del lanzamiento de Pedro Castillo como candidato a la presidencia de la república, tuviera gran eco, más allá de una ilusión, pues esto pasó con algunos personajes desgastados, sin experiencia, o con bajo caudal electoral, Castillo Terrones que había pasado por varios años como militante de Perú Posible fue inscrito insólitamente por Perú Libre.
Qué habría pasado para que el maestro rural, dejara el centro democrático para pasarse a la izquierda radical, nadie lo sabe, tampoco su sorpresiva votación a última instancia con un 70% de votantes de la sierra sur del país, al cierre de las encuestas de opinión, solo le daban 3%, al parecer habían votos escondidos que no se daban a conocer o se trataba de una estrategia muy estudiada.
Está claro que el humilde profesor rural Pedro Castillo Terrones accedió a la presidencia de la república del Perú, de manera inesperada, habida cuenta que las preferencias electorales realizadas se las disputaban entre Yohny Lescano y George Forsyth, el primero proveniente del ala izquierdista de Acción Popular, el segundo exalcalde del distrito de La Victoria y jugador de fútbol.
Dichas encuestas habían encaramado en los primeros lugares a dichos personajes considerados mediáticos por su presencia reiterada en los medios de comunicación, con una plataforma diferente a sus contrincantes, como Keiko Fujimori, Verónika Mendoza, Rafael López Aliaga, César Acuña, Hernando Soto, dentro de los políticos tradicionales, muchos no participaban del cambio.
Como precedente electoral, se tenía, que no debíamos confiarnos con las cifras de las encuestas respecto a cómo terminaban en la primera vuelta, porque suelen cambiarse, en el último salto, las cifras en las fechas que no pueden publicarse las preferencias del público, esto ocurrió con Humala y otros que avanzaron fuertemente en último momento desairando a quienes eran los favoritos.
En la campaña, las caravanas de vehículos con manifestantes que enarbolaban sus banderolas, mostraban la fiesta electoral, como siempre ocurre en los días previos de los procesos electorales donde los candidatos ofrecen sus discursos en las plazas públicas, en medio de ello, llamó la atención que en las calles hubiera tantos vehículos que apoyaban la candidatura de Pedro Castillo.