En febrero, “Apusinchi” fue encontrado enfermo en la carretera y, tras proceso de rehabilitación, pudo ser liberado

Un cóndor andino bautizado como Apusinchi, que en castellano significa “dios valiente”, retornó a la naturaleza gracias a un trabajo conjunto entre el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, la Municipalidad Provincial de Abancay y la Universidad Nacional de Micaela Bastidas de Apurímac, lo que permitió su rescate y recuperación tras ser encontrado intoxicado, hace tres meses.

Sobre los 3,040 metros sobre el nivel del mar, la majestuosa ave, de aproximadamente seis años, regresó a su hábitat. Volvió a volar sobre los cielos del departamento de Apurímac, partiendo desde el Mirador de Capitán Rumi, en el Cañón de Apurímac (distrito de Curahuasi, provincia de Abancay).

El cóndor (Vultur gryphus) será monitoreado mediante un transmisor GPS, que le fue puesto para conocer sus actividades durante su ciclo biológico y, así, obtener mayores datos de sus hábitos, como saber a qué altitud vuela, dónde duerme, las rutas que recorre, entre otros aspectos.

El cóndor retorna a la libertad después que, en febrero pasado, fue encontrado en la carretera que conecta el distrito de Turpay con el distrito de Oropesa, en mal estado, presentando secreciones en los ojos y en las fosas nasales, con bajo peso, deshidratado, con evidentes signos de un posible envenenamiento.

Personal de la comuna de Turpay pudo rescatar al ave, entregada al Serfor Apurímac, que le brindó la primera atención sanitaria para estabilizarlo. Luego, con el apoyo del personal del zoológico de Taraccasa, perteneciente a la comuna provincial de Abancay y a la Universidad Nacional Micaela Bastidas, se realizó el monitoreo sanitario y seguimiento del caso. El ejemplar macho permaneció en el área de rescate del mencionado centro, donde recibió tratamiento y todos los cuidados especializados para su rehabilitación y posterior liberación.

Una comitiva conformada por autoridades, pobladores de la zona y diversas instituciones que participaron en el tratamiento del ave, como MoveBank, Denver Zoo, UPA (Unión por los Animales), Latam Airlines, Veterinaria MasterVet, Veterinaria Tiutis y el personal del Santuario Nacional del Ampay del Sernanp, acompañó esta emotiva liberación. Mientras el ave alzaba vuelo a su nuevo hogar, los comuneros despidieron al cóndor gritando “kausachun apu cóndor”.

Según el último censo, Apurímac es el tercer departamento con más cóndores registrados a nivel nacional. Una de las principales amenazas a estas poblaciones del cóndor andino es la afectación por el consumo de carne envenenada, así como los conflictos con agricultores y ganaderos y su captura con diferentes fines.

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