La pequeña Alexandra Salazar (2) desapareció hace 36 días, el 2 de abril en la tarde, del taller de su padre en Mazamari – Satipo, desde entonces su madre y familiares iniciaron una denodada búsqueda. A esta se unieron población y autoridades incluso el congresista por Junín, Moisés Guía Pianto ofreció dar su sueldo de un mes para cualquiera que diera información sobre el paradero de la menor.
Pero hoy la Policía Nacional de Mazamari al mando del Comandante PNP Pariona en coordinación con Serenazgo de Río Tambo, llegaron hasta la zona de centro selva Kirinchi en Pangoa en la frontera con Ucayali, donde hallaron a la menor en poder de una pareja de nativos.
Los agentes tuvieron que caminar por 3 horas para llegar a la choza donde tenían a la menor, pese a que la pareja de nativos al principio aseguraba que no sabían nada de la niña, los agentes los convencieron de dejarlos ingresar y hallaron a la menor desnuda, tendida sobre una cama, con evidentes signos de desnutrición y tenía quemaduras desde sus partes íntimas hasta los muslos. Rápidamente los policías envolvieron a la niña con una colcha y la trasladaron al centro de salud de Satipo, donde la estabilizaron.
Según señalan, una mujer de la zona fue quien llamó a la Policía pues escuchaba que sus vecinos tenían en su poder a una niña que no paraba de llorar.
«Gracias a Dios que mi hija la encontraron, pero está mal tiene quemaduras», señaló el padre de Alexandra a quien la Policía tuvo en un principio como sospechoso pues fue la última persona en ver a la niña antes de su desaparición, «Un carro me distrajo y cuando volteo a verla ella había desaparecido», señala recordando aquel momento del 2 de abril.
La pareja en cuyo poder se halló la niña aseguraron que una mujer desconocida fue quien la llevó a ellos y les pidió 300 soles por la niña, «Pero yo no la compré así que la mujer vio que la niña estaba jugando con mi hijito y me la regaló, luego se fue rápido en una mototaxi», indicó el sujeto. Los esposos que además tienen otros cuatro hijos fueron identificados como Luzmila y Dender Forlan.
LA SUBOFICIAL PNP FORMÓ PARTE DEL GRUPO QUE LLEGÓ HASTA UCAYALI PARA RESCATAR A LA MENOR
Su instinto maternal, ese que lleva a una mujer a dar la vida por sus hijos y de no rendirse hasta poner a salvo a pequeños inocentes, la impulsó a ingresar a la vivienda ubicada en Centro Selva Kirishari, en la provincia de Atalaya región Ucayali, pese a que los dueños decían que no habían visto a Alita, ella se negó a creerlo y fue una de las primeras que ingresó a la humilde choza en busca de la niña.
«Es ella», exclamó el suboficial PNP Zinnia Jhayul Palomino Santos, apenas la vio, la recordó pues vio la foto que sus padres llevaron a la comisaría de Mazamari cuando denunciaron la desaparición de la pequeña Alexandra, Alita como la llaman cariñosamente. «Mi amor llegamos» le dijo a la pequeña para que reaccionara y la niña abrió sus ojos y la miró con sus pequeños y lastimados ojitos.
«La menor estaba en tipo una cama pero no tenía ni colchón ni nada era pura madera, estaba echada en la madera en posición fetal sosteniendo en sus manos yuca, yuca cruda mordiendo la menor», por unos instantes su voz se quiebra «Yo soy madre», dice y continua con su relato «Estaba helada y la descubrí porque estaba como un bulto como un muerto tapado, y ella estaba desnuda no tenía ninguna prenda, estaba toda quemada tenía las partes íntimas quemadas, el brazo quemado, la frente también pero ya tenía cicatriz, fue horrible, a mí me afecta porque yo soy madre, es doloroso y sé que si ustedes la hubieran visto también hubieran sentido lo mismo», dice con lágrimas en sus ojos.
Palomino Santos cuenta que ella le dijo a la niña que la llevaría a casa, «Parecía que ella solo esperaba el día de su partida yo le dije «te voy a sacar hija» y ella me contestó «si», dice. Contó como la envolvió con la única colcha sucia que encontró, la misma que la tapaba cuando llegaron y como tuvo que dársela a su compañero que la cargó hasta llegar al patrullero rumbo luego al hospital de Satipo.
«No entiendo como esa señora fue tan inhumana para tener a la niña así sin darle la atención que necesitaba por su edad», señala.
Alexandra fue trasladada hoy al Hospital del Niño en Lima en el avión que la trasladaba también viajó la suboficial Palomino quién al ver a la niña más tranquila al lado de su madre solo atinaba a sonreír observando la tierna escena.