Pensión 65 rindió homenaje a madres centenarias, las que se ha incrementado respecto al año anterior y están concentradas más en Ayacucho, Apurímac, Puno y Huancavelica.
Fueron homenajeadas en todo el país. Las abuelas y bisabuelas de pensión 65 se han convertido en un ejemplo dentro de su comunidad: ellas recibieron en sus domicilios el saludo y reconocimiento de los representantes del programa social donde están inscritas, quienes les hicieron llegar una canasta de víveres, entre otros regalos.
La cantidad de usuarios de Pensión 65 que superan los 100 años creció en 7.5% para el padrón marzo – abril de 2016, en comparación del año pasado. De tal forma que se ha establecido que en Ayacucho son 97 adultos mayores centenarios (76 mujeres y 21 hombres), Apurímac 67 (53 mujeres y 14 mujeres), Puno 56 (39 mujeres y 17 hombres) y Huancavelica 45 (33 y 12).
ALGUNAS HISTORIAS
En Amazonas, el personal de la Unidad Territorial de esta región llegó hasta el hogar de Rosaria Hurtado García, de 105 años de edad, quien vive en el centro poblado de San Juan de la Libertad, distrito de Cajaruro, tuvo 27 hijos, de los cuales 7 aún están vivos.
En Caylloma, distrito de Majes, vive Antonia Paz de Melgar, madre centenaria homenajeada quien aprendió a leer recién a los 104 años; antes de ser usuaria de Pensión 65, vendía choclo con queso, galletas y golosinas para sobrevivir. «Me gustan mucho los dulces, las tortas y los queques. Con mi pensión también me puedo comprar más alimentos y otras cosas que me gustan», afirmó.
En Ica, Andrea Brizuela Córdova, con 101 años de edad y madre de 9 hijos, fue la usuaria homenajeada. Vive en el distrito de Tate, en la provincia de Ica, y recuerda mucho a su esposo Marcos Calderón Gonzales, quien falleció cuando tenía 99 años. Se traslada en una silla de ruedas, y tiene buena memoria. Doña Andrea conserva el buen humor, es muy bromista, y también se acuerda con tristeza de sus padres difuntos.
Teodomira Salas Mozombite es una tatarabuela de 104 años que vive en Moyobamba, San Martín, y conserva muy buena salud, porque se sigue alimentando muy bien, aunque ahora dice que le tiene miedo a las lluvias. Doña Teodomira está al cuidado de su única hija mujer y dice que gracias a la subvención económica bimestral que le entrega Pensión 65 ha mejorado su calidad de vida.
En Pasco, una de las usuarias homenajeadas fue Marta Martina Ricaldi Castro, quien vive en el distrito de Oxapampa, y a sus 100 años de edad sólo sufre de dolores en los huesos.
En Cusco, la usuaria homenajeada fue doña Eustaquia Tacuri Noa, quien vive en el centro poblado Ccatcapampa, en el distrito de Ccatca. Ella todavía puede cocinarse con leña, pero camina con dificultad por dolores que tiene en los pies. Es viuda hace casi 20 años, tiene cuatro hijos, vive sola pero bajo el cuidado de una de ellas.
Todas las mujeres que lograron superar la barrera de los 100 años, dicen que es gracias a una alimentación saludable, en la que priorizaron el consumo de frutas, verduras y algunas carnes.