“Tengo deberes sagrados que cumplir, y los cumpliré quemando el último cartucho”

Así, preciso, escueto y claro fue la respuesta del jefe de plaza del puerto de Arica, Coronel Francisco Bolognesi, el 5 de junio, ante el emisario chileno Mayor Salvo, que llegaba con la propuesta de rendición de los defensores.

Este gesto heroico y patriótico traspasó las fronteras, cuando el Zar Nicolás II de Rusia dijo: “Nos faltó un Bolognesi, con Bolognesi de defensor de Puerto Arturo jamás se habría perdido”, al hecho de la guerra entre Rusia y Japón en 1905. Por su parte el Káiser Guillermo de Alemania expresó “Bolognesi es la expresión y alta gloria militar de los pueblos civilizados”.

No faltó la opinión del periódico LE TEMP de París para publicar “La resistencia de ese puñado de leones, vale más que la de Belfort o la de Strasburg”. Hasta el enemigo, general chileno, Manuel Baquedano en su informe escribió “Perdidos sus últimos atrincheramientos, los peruanos hicieron volar los fuertes del Norte. La lucha había sido porfiada y sangrienta hasta lo increíble…..perdió a sus mejores jefes”.

Al amanecer del 7 de junio de 1880, el asalto de las fuerzas superiores chilenas compuesta de 5000 mil efectivos iniciaron su ofensiva frente a los defensores patriotas de hombres artesanos, comerciantes y militares de 1600 hombres. Fueron las últimas horas de Arica flameando su bandera nacional en la cima del morro para pasar a manos y dominio chilenos, con la inmolación de Bolognesi y sus hombres.

Si tenemos que explicar sobre los factores de las derrotas peruanas después del Combate Naval de Angamos ( 8 de octubre de 1879), con el heroísmo del Almirante Miguel Grau, como en las batallas de Pisagua, San Francisco, Alto de La Alianza, Arica, Chorrillos, Miraflores y Huamachuco; y las pocas veces que se pudo ganar como en Tarapacá, Marcavalle y Concepción, estas se deben principalmente a la débil organización y preparación militar, como el escaso aprovisionamiento, que fueron asumidos por las mujeres pareja de los soldados, en alimentos, cuidados y enfermería; los oficiales peruanos tenían escaso conocimiento del territorio, cuando hurgaban entre las pertenencias de soldados chilenos muertos, posibles mapas para su orientación después del triunfo del 27 de noviembre en Tarapacá, y finalmente confiar en la guía de arrieros para dirigirse a Arica, sin auxilio, agua, y escasos alimentos. Otro factor fue el contexto socioeconómico de la población peruana entre patrones y siervos, hacendados y peones, entre ellos los chinos explotados que apoyaron y formaron milicias para la invasión de Lima, al mando del llamado Quintín.

Estas voces patronales y medievales se escucha en el recinto de la democracia de siglo XXI del Congreso, cuando un ex general sostiene: “Los de Lima Hacemos trabajo político. Los de provincias tienen error de origen, los de provincia son subordinados y sumisos”; o un ex marino, parlamentario, expresaba “Los cholos y los pobres me apestan”. Hay grandes abismos sociales.

Finalmente citaremos de las páginas escritas de José Luis Casafranca cuando se refiere a esta época: “Antonio de Ocampo y Almanza, nació en la hacienda La Laguna, el 17 de febrero de 1851, perteneciente al distrito de San Jerónimo; estudió medicina en Lima, carrera que debió abandonar para administrar su hacienda Auquibamba en Abancay…. Sus padres Casimiro de Ocampo y Carmen Almanza eran prácticamente dueños de todo el actual distrito de Pacucha…..Antonio vivía permanentemente en Abancay, cuando en 1879 se produjo la guerra con Chile. Era el hacendado más importante de Abancay, por lo que, como buen patriota, vendió su hacienda Auquibamba y armó un batallón de montoneros a su mando; él mismo reclutó y pagó a sus soldados, que eran en su mayoría de Argama y Pacucha, pues los conocía y sabía cómo eran, ya que en 1876 habían participado en rebeliones campesinas sangrientas. Con sus ochocientos hombres se puso a órdenes de Piérola y marchó al frente, llegando hasta Tarata, donde encontró a las huestes peruanas ya derrotadas en la batalla de Arica. (Prof. N. Z. Vargas C.)

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