En toda convulsión social o protesta pública, siempre habrá alguien que gane, y alguien que pierda, lo que se denomina popularmente, «muertos y heridos», esto ocurre siempre, cuando ocurren situaciones en que las organizaciones sociales, como también estudiantes, salen al frente para reclamar sus derechos, porque para ellos la calle es una herramienta para hacerse escuchar.
En Andahuaylas han sido muy recurrentes, las acciones de protesta como las marchas, paros y huelgas, generalmente de carácter reivindicativo, entre ellas reclamado sueldos y salarios, mejorar los servicios sociales, atención a fenómenos naturales, y diversos contextos de la política nacional, sin embargo en el tema educativo, la lucha ha sido tenaz y aun en la victoria el éxito fue efímero.
Entre las acciones que se recuerdan, se encuentran marchas contra la vecina provincia de Abancay, la vez que se pretendía que el distrito de Huancarama, sea asumido por Abancay, y con la lucha del pueblo, esto no se produjo, más allá que un grueso de maestros que desarrollaban su labor en esa jurisdicción, estaban identificados con el vecino, porque ahí realizaban más su labor.
Otro tema ocurrió la vez, que Abancay intentó despojar al expresidente regional David Salazar, del cargo que ostentaba, siendo el vicepresidente, con la banda en el pecho, el causante de un supuesto golpe de estado regional, y despojo de la investidura oficial, a causa de los recursos que dispuso el estado para la construcción del hospital, pero el pueblo chanka tampoco lo permitió.
Así como estas acciones ha habido muchas, una de ellas está referida a la creación de la Universidad Nacional «José María Arguedas», de la cual nos ocupamos ayer, y que significó un gran reto para la población que se movilizó para agenciarse de recursos y tener fondos para procurar la construcción de la obra, todo el pueblo luchó para que la casa superior de estudios sea realidad.
En verdad, han habido muchas más protestas que pusieron en vilo a las autoridades, porque cuando Andahuaylas se alza con sus demandas es de temer, pero así como han existido victorias y reivindicaciones sociales, también muchas veces los objetivos no han sido cumplidos, algunas veces por la división de los dirigentes, otras por la codicia, pero tampoco el pueblo deja de luchar.
Andahuaylas es un pueblo fuerte y aguerrido, tiene el suficiente coraje para salir adelante en todas y cada una de las complejas situaciones que le plantea la sociedad, hoy lucha por el reinicio de las obras del hospital sub regional, abandonado hace dos años, por la incapacidad de las autoridades, también luchó por un adecuado servicio de energía eléctrica, hoy lo hace por la situación del agro.
Sabemos que en toda protesta, siempre habrá alguien que gane y alguien que pierda, se gana cuando se reivindica las demandas de la población, se pierde, cuando a pesar de las luchas los objetivos son magros, pierde la madre de familia que tiene su negocito y tiene que cerrar su tienda, pierden los estudiantes, que se sacrifican con paros y por ello extienden su ciclo educativo.