Para justificar su conducta matonesca lo escondía y decía que “se cayó”.
A su corta edad era víctima de agresiones físicas, la mujer que sustituía a su madre, todo porque su padre se enamoró, no toleraba sus travesuras y comportamientos infantiles. La última vez que lo golpeó fue sin piedad y para justificar su conducta matonesca lo escondía y decía que “se cayó”.
Esa mujer, identificada como Carmen Rosa Rodríguez Gamarra, de 35 años de edad, ocultaba esa conducta agresiva detrás del perfil de “bordadora abnegada” y las paredes de una vivienda que alquiló junto a Nilton, padre del niño agredido, en la calle 24 de junio del distrito de San Jerónimo.
La noche del 27 de julio de este año, vecinas oyeron llorar al infante de solo siete años (J.N.G.), al acceder a la cocina lo vieron asustado, intentando cubrir su rostro derrotado. Entonces quisieron consolarlo disimulando su indignación e impotencia por la nueva arremetida de la madrastra.
El pequeño sangraba de la cabeza, tenía moretones en el rostro y cuerpo, su llanto y balbuceo constante mojaban su polo desbocado y pantalón. Minutos después llegó un grupo de serenos a quienes Carmen Rosa impidió ver al menor, justificaba un accidente y que lo llevaría al hospital.
Esa noche Nilton recibió una llamada a su celular, era Carmen Rosa “me están deteniendo por J…” le dijo, pero al enterarse de las circunstancias optó por ir a la posta del distrito y al ingresar vio a su hijo sobre una camilla, salvajemente golpeado y pendiendo de un recipiente de suero.
Las investigaciones preliminares de la fiscal Dely Pérez Valencia, de la fiscalía especializada contra las mujeres e integrantes del grupo familiar, sostienen que aquella noche la madrastra y el niño tomaban lonche hasta que Carmen Rosa se habría incomodado porque J.N.G. no podía ingerir un pan duro (o seco).
“Entonces procede a introducirle sus dedos en la boca, para enseguida, provista de un cuaderno le golpea en las manos y luego opta por coger una escoba con el cual brutalmente le propina diversos golpes en reiteradas oportunidades en la cabeza y diferentes partes del cuerpo hasta lograr romper el palo de la escoba por la mitad mientras el menor lloraba y gritaba desconsoladamente, luego la imputada decide retirarse del inmueble”, señala la investigación.
En tanto se intensificaban las diligencias, J.N.G. fue evacuado a emergencias del hospital de EsSalud y permanece internado en la sala de Traumashock. Maribel Suta, médico de turno confirmó la herida contusa en la zona parietal, equimosis en cara, tórax, anterior y posterior, en miembros superiores e inferiores, en el testículo izquierdo bien morado, laceración pérdida de epidermis de la región posterior de testículos y más lesiones en el órgano reproductor.
Este hallazgo preocupó a la especialista y a la vez obligó a preguntar y el niño contestó “mi madrastra me jala” seguidamente hizo el ademan de que la mujer aparentemente “le levantaba de los testículos desde atrás hacia adelante”, J.N.G. en todo momento sindica a Carmen Rosa como la presunta autora de las agresiones.
El Ministerio Público ya cuenta con los exámenes medico legales y como parte de las diligencias solicitó un informe tomográfico, estudios de imágenes, de cráneo, cuello, tórax, abdomen y región pélvica, ecografía abdominal y escrotal. El certificado médico sugiere 30 días de incapacidad médico legal y cinco días atención facultativa.
Las investigaciones sobre el caso de violencia contra J.N.G. recién empiezan, hallar responsabilidad y sanción para la presunta autora estará en manos del Poder Judicial, pues la golpiza que sufrió el menor la noche del 27 de julio no sería el único episodio de maltrato que vivió en los dos años que vivió al “amparo” de Carmen Rosa.
Ante la fiscal llegaron versiones de testigos como el ocurrido en marzo último. La madrastra lo habría agredido físicamente y no contenta con el maltrato lo castigó dejándolo parado en la puerta del baño con short y polo desde las 6 de la mañana y por un lapso de dos horas.
Sobre estos casos Carmen Rosa Rodríguez Gamarra (35) aún no ha respondido y decidió guardar silencio. Cabe mencionar que en aquella vivienda de San Jerónimo también vive una niña de 10 años, hija de la susodicha con una primera relación.
PRISIÓN PREVENTIVA
Ante las evidencias la fiscal Dely Pérez Valencia solicitará prisión preventiva por nueve meses para Rodríguez Gamarra, por la comisión del presunto delito contra la vida el cuerpo y la salud en la modalidad de Lesiones graves consumado en agravio del menor J.N.G. (07). La mujer actualmente está bajo custodia de la policía de la comisaría de San Jerónimo.