Más de 400 taxistas con sus respectivas herramientas de trabajo cerraron las principales calles de la ciudad de Abancay por varias horas, exigiendo entre otros puntos, el ordenamiento del servicio de taxi y el cierre de los paraderos de autos expresos (colectivos) que no cuentan con autorización y realizan viajes interprovinciales e interregionales transportando pasajeros. La movilización promovida por la Federación de Taxistas y Asociados de Abancay (Fedeta) llegó hasta el frontis de la comuna provincial para sostener un diálogo con el alcalde Guido Chahuaylla y atienda su plataforma de demandas. Paralelamente a esta iniciativa, dirigentes agrupados en el Frente de Defensa de los Intereses de Apurímac, acompañados de varios pobladores marcharon con los hombres del volante.
Ellos reclamaban el ordenamiento del comercio ambulatorio en las Américas, destitución de funcionarios presuntamente inmersos en actos de corrupción y designados por la actual gestión, cierre de paraderos informales e investigación a fondo de la tragedia ocurrida en el hotel Alhambra.
Los acuerdos. Tras varias horas de deliberaciones se acordó que la Defensoría del Pueblo solicite al Consejo Regional de Seguridad Vial la convocatoria a una reunión de emergencia para que tome medidas y proceda con el cierre de los paraderos informales de autos expreso (colectivos) que no cuentan con autorización.
Del mismo modo, se instalará una mesa de trabajo entre los taxistas organizados y la Gerencia de Transporte, Regulación y Circulación Vial de la comuna provincial con el propósito de resolver la tremenda informalidad existente en este sector.Se convino en darse un plazo -con el alcalde provincial- de 30 a 90 días para que los taxistas informales se afilien a cualquiera de las asociaciones o empresas de servicios ya constituidas. (c)