En los años 60/70 era común que los sátiros y violadores de menores de edad, fueran ajusticiados en el paredón que estaba ubicado en “El Sexto”, cuyo nombre, identifica la novela del “Tayta” José María Arguedas, recordando la época en que fue enviado a prisión por defender sus ideales; en ese centro de reclusión un pelotón de fusileros abatió a los depravados Villanueva y “Pichuzo”.

Eran los tiempos en que todo aquel que violaba a un menor de edad tenía que ser fusilado, generalmente, se hacía, en horas de la madrugada, en ese mismo lugar se perpetraron los más crueles asesinatos que se recuerda, ocurrió en 1984, cuando los sanguinarios criminales Lalo Centenaro y “Pilatos”, se amotinaron y expusieron a sus víctimas ante el público para asesinarlas.

Fue una de las páginas criminales más perversas que habían observado nuestros ojos, y que era seguida por la televisión en una transmisión en vivo, donde se observaba como los delincuentes tomaban a sus víctimas vivos y los quemaban ante el público y luego los ultimaban, para ejecutar a los rehenes, los criminales utilizaban una ventana que se encontraba en el último piso del penal.

La situación violenta paralizó al país, los medios de comunicación, destacaron a todo su personal para cubrir la información, tomando mucho cuidado, la psicóloga del penal, tía de un periodista, salvó la vida de milagro, al ser alcanzada por un proyectil, tuvo que ser intervenida, y luego recibir tratamiento psicológico y terapias en el exterior por varios años, su tragedia fue un acto maligno.

En esa época, la guardia republicana estaba cargo del penal, en el cual no solamente se encontraban albergados avezados criminales, sino además secuestradores, terroristas y narcotraficantes, además de “Pilatos” y Lalo Centenaro, se encontraba “Mosca Loca”, entre otros; después de una refriega en el penal, luego de un baño de sangre, los criminales fueron capturados.

No tenemos la información exacta, de lo que ocurrió dentro de la cárcel, pero se daba cuenta de la ferocidad de los criminales, que para perpetrar sus actos delictivos incursionaron a las oficinas administrativas y de servicio social y carcelería, arrebatando las llaves para luego tomar de rehenes al personal, amenazando que asesinarían uno a uno sino se permitía que quedaran libres.

Lalo Centenaro y “Pilatos”, mientras tuvieron el control del penal, acometieron contra los reos, que purgaban condena, no necesariamente asaltantes, sino narcotraficantes como “Mosca Loca”, a quien le habrían cercenado una de sus orejas, pese a ofrecer dinero, si no lo mataban, sin embargo, en un acto de valor, un oficial republicano se enfrentó a ellos, en el penal y los abatió.

Los periódicos y diarios de la capital deben haber trabajado hasta muy tarde, en aquella ocasión, porque en su edición del día siguiente, en el recuento de los muertos que ingresaban a la morgue aparecieron los nombres de “Pilatos”, Lalo Centenaro y otros, quienes, se enfrentaron a los custodios. En este mismo escenario fueron fusilados los sátiros y abusadores de menores de edad.

¿Qué opinas?

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí