Dina Boluarte: “Esta presidenta no deja obras inconclusas”.

La esperanza de más de 11 mil ciudadanos de Chalhuanca, en la provincia de Aymaraes (Apurímac), se ha visto empañada por la incertidumbre. Han pasado seis meses desde que la presidenta de la República, Dina Boluarte, colocó la primera piedra del hospital de EsSalud en la zona, valorizado en 58 millones de soles, y que fue presentado como un símbolo de compromiso con la salud pública. Sin embargo, a la fecha, la obra muestra un avance menor al 1% y ya enfrenta el riesgo de paralización.

En febrero de este año, la mandataria aseguró: “Esta presidenta no deja obras inconclusas”. Hoy, el terreno destinado a la construcción del moderno hospital continúa prácticamente vacío, lo que ha despertado malestar y desconfianza en la población.

Consorcio en la mira: direcciones inexistentes y deudas pendientes

El proyecto fue adjudicado al Consorcio Elohim Chalhuanca, integrado por las empresas Green Summit y Estremadoyro y Fassioli Contratistas Generales. Sin embargo, según una investigación difundida por el programa Cuarto Poder, ninguna de estas compañías cuenta con una sede operativa real en las direcciones consignadas oficialmente.

Además, Estremadoyro y Fassioli registra deudas coactivas superiores a 168 mil soles y figura vinculada a una obra de salud en Arequipa que quedó inconclusa. Su socio, Green Summit, fue constituido en 2023 con un supuesto capital de 850 millones de soles, respaldado en un bono de 1983 que especialistas cuestionan por “no representar dinero real”.

Empresas de papel y adjudicaciones millonarias

Detrás de Green Summit aparece el nombre de José Luis Luna Latorre, fundador de la compañía, quien admitió haberla vendido en 3 mil soles a Jhonatan Artica, un joven de 35 años sin grado académico registrado en SUNEDU, que ahora representa al consorcio.

Luna Latorre reconoció la existencia de un mercado de “empresas cascarón” en el Perú: compañías que se venden sin mayor respaldo, pero que logran acceder a contratos millonarios con el Estado.

El caso de Estremadoyro y Fassioli tampoco es aislado. La empresa también figura en la construcción de un hospital de EsSalud en Loreto, donde se asoció con una joven empresaria que obtuvo la mayor parte de la participación, mientras ellos aportaron un mínimo porcentaje para brindar la experiencia técnica. Una práctica conocida en contrataciones públicas como la “compra de cartón”, cuestionada por especialistas.

Promesas que aún no se cumplen

En Chalhuanca, la población observa con preocupación que no hay maquinaria ni trabajadores en la zona de obra. Muchos vecinos, que habían celebrado la noticia con ilusión, deben seguir viajando largas horas hacia hospitales en provincias vecinas para atenderse.

Las promesas hechas en la ceremonia de colocación de la primera piedra contrastan hoy con un terreno vacío, comprometiendo la confianza ciudadana.

El futuro del hospital de Chalhuanca sigue siendo incierto. Lo que fue anunciado como un proyecto emblemático para más de 11 mil apurimeños corre el riesgo de sumarse a la lista de obras inconclusas en el país, dejando una vez más a la población sin la infraestructura de salud que tanto necesita.

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