Un bolsa de papa fritas sabor a pizza, el sabor más popular en el país nipón, se vende a casi 90 soles.
Una crisis de escasez de papas fritas en Japón ha disparado el precio de este productos y vaciado los estantes de los supermercados. El fenómeno pone en evidencia del proteccionismo que el país asiático ejerce sobre sus productos agrícolas.Una bolsa de papas fritar sabor pizza del principal productor en Japón, Calbee, se vendía este lunes, casi un mes después de comenzar la escasez, a 3,000 yenes (aproximadamente 90 soles) en el sitio de subastas de Yahoo Japan. Su previo habitual es inferior a 200 yenes (5 soles).
La compañía, que tiene la mitad de la cuota de mercado, anunció el 10 de abril una suspensión indefinida de la producción de esta y otras 14 variedades de papas fritas. La razón es la escasa cosecha el pasado otoño en el norte del archipiélago, golpeado por numerosos tifones durante 2016.
La escasez en Japón revela el estricto sistema proteccionista de Japón. Pese a encontrar dificultades para hacer frente a la demanda interna de determinados productos, el Gobierno restringe la importación de productos agrícolas extranjeros.
Causas del problema. Los problemas climatológicos se suman a la negativa de los agricultores a cultivar el tubérculo específico para la elaboración de las papas fritas, diferente al de la papaa de mesa, que se produce en su mayoría en la isla de Hokkaido. En 2014 y 2015 se produjo una situación similar cuando el descenso de la producción de leche en la misma región llevó a un periodo de escasez de mantequilla.El mercado en Japón es muy proteccionista y pone muchas trabas a la entrada de productos agrícolas desde otros países. Las compañías que producen papas fritas tienen dificultades para importar papas frescas por el sistema de inspección vegetal y de cuarentena, que depende del Servicio de Sanidad Vegetal del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentos.
Tokio argumenta que la suciedad de las papas frescas podría introducir plagas y pondría en riesgo las granjas japonesas. Japón comenzó a importar papas en 2006 ante la insistencia de Estados Unidos, uno de los principales exportadores. EFE