En la mañana del día de ayer una joven de aproximadamente 17 años fue hallada sin vida, colgando del puente colonial del barrio Víctor Acosta, que pertenece al distrito de Tamburco, Abancay. La joven recientemente se había convertido en estudiante de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional Micaela Bastidas de Apurímac. Y sin embargo, a pesar del reciente éxito, se presume que tomó la lamentable decisión de quitarse la vida, dejando a amigos y familiares sumidos en la tristeza y el desconcierto.
En Perú, según información del instituto mental «Honorio Delgado Hideyo Noguchi», del Ministerio de Salud, la cifra de suicidios alcanza la tasa de una muerte diaria. Situación que no es ajena a nuestra región, ya que casos como el anterior son constantes. Lo que evidencia un severo problema: el descuido de la salud mental apurimeña.
La UNAMBA toma de manera obligatoria una evaluación psicológica que sin embargo se muestra insuficiente. La salud mental de los jóvenes universitarios requiere de una atención especializada y profesional, por ello el estado pone a disposición de los peruanos líneas de ayuda gratuitas, a las que cualquier persona puede acudir en busca de consejo o simplemente una persona amable dispuesta a escuchar.