INCAPACIDAD DE GASTO

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Carlos Iván Landa Kerschbaumer

Un informe de Rpp señala que los recursos del Estado siguen siendo mal administrados por los gobiernos regionales y locales, pues se afirma que las autoridades son incapaces de realizar los gastos necesarios para servir a sus pueblos y de esta manera atender a todas las urgencias que existen, como postas médicas, aulas escolares, agua potable y una serie de necesidades urgentes.

Tras indicarse que en Apurímac la utilización de recursos del estado para tal efecto no superan ni el 50% siendo entre los gastos más elevados en la gestión pública, pues otros están por debajo del 40% , lo cual sorprende a quienes elaboraron el informe, habida cuenta que se requieren obras para contener la fuerza del fenómeno del niño, que no habrían avanzado ni el 15% señalan.

Lo cierto es, que la incapacidad de gasto, es una de las falencias que existen en la administración pública, como lo demuestran las estadísticas que cada año se publican y que asombraría a más de uno, por increíble que parezca, se han dado casos en que el gasto público con recursos del Estado no han alcanzado 30% empero en temas educativos, se ha logrado gastar hasta 90%; una hazaña.

Así las cosas, no vemos como pueda revertirse la situación, toda vez, que existe inexperiencia de parte de los responsables de ejecutar los recursos que entrega anualmente el Estado, pues se ha evidenciado que son muy complejos, por tanto, cada vez que se trata de sustentar los gastos públicos con recursos del erario nacional, se requiere asesoría pública, para lograr los objetivos.

En el pasado se crearon gerencias públicas, para desarrollar tal tarea en los gobiernos regionales, pero no alcanzaron a prosperar, por efectos de la aplicación de la tecnología, entre otros, más allá de la onerosa suma de dinero que percibía cada gerente y que rebasaban los ingresos de los gerentes locales, se decidió continuar con el método local y no se obtuvieron resultados positivos.

Cada vez que se trata de informar respecto a las acciones que se asuman para ejecutar los gastos de la función pública, un velo de incredulidad se dibuja en los rostros de los que esperan información sobre los temas que deben analizarse, el colmo en cada campaña política, se realizan listas de necesidades, pero en el momento de tomar decisiones aparecen las deudas de ejecución.

La incapacidad para generar gasto se demuestra en cada gestión, y el descontento genera rictus de desconfianza por los funcionarios públicos, que no atinan una, para efectuar las acciones que correspondan, donde los temas de salud, educación, agricultura son los más exigidos, con el dinero en las cuentas regionales el gobierno cree cumplir su tarea pero la brecha continúa abierta.

Al final, todos debemos cruzar los dedos para pedirle al supremo que ilumine a nuestras autoridades, que el gasto público se ejecute al máximo, solo así podrán cubrirse las necesidades que reclama la población, por lo cual se plantea que el asesoramiento público sea una realidad, no más aplicar un estado de emergencia si no se sabe llenar una ficha, todos debemos actualizarnos.

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