Es lamentable lo que viene ocurriendo con el presidente de la república Pedro Castillo Terrones, quien no ha podido hasta el momento generar confianza en el país, todo lo contrario sus acciones contribuyen cada vez más a la inestabilidad de su gobierno y genera crisis en todos los segmentos de la sociedad, es insostenible su presencia, por su tamaña ineptitud y expertiz en la cosa pública.
No es posible que en solo seis meses de gobierno, se hayan conformado tres gabinetes y todos ellos muy cuestionados con personajes inéditos que no cumplen perfiles ni competencias para los cargos que asumen, un despropósito que genera reacciones de la clase política y social, muchos de los ministros que fueron designados, poseen antecedentes negativos prontuarios y mediocridad.
Esta situación permite que hasta el momento, el clima social y político se encuentre muy crispado, con acusaciones de todo lado, no es posible que se vea al país como un botín, al que hay que asaltar, la serie de investigaciones que realiza el Ministerio Público, es muestra de la corrupción instalada desde el poder, donde el propio mandatario se encuentra en entredicho por su accionar.
La pobreza de conocimientos y su nula formación de funcionario público, manifestada por el propio jefe de estado, en varias oportunidades, hace que yerre permanentemente en decisiones políticas; desestabilizado emocionalmente, al no saber que responderle a la prensa, lo alejan de esta, su discurso estructurado está solo dirigido al ámbito sindical y no le alcanza para gobernar.
El congreso y ciertos sectores sociales no encuentran respuestas frente a las actitudes de Pedro Castillo Terrones, de pronto piensan que colocándole asesores de primer nivel la cosa podría cambiar y el mandatario podría tomar nuevos aires y enrumbar a su gobierno eficazmente, empero existe la testarudez propia de su personalidad, que lo hace desconfiar de los contrarios.
Ante sus permanentes equivocaciones, cada vez que el presidente viaja en misión institucional invitado por los gobiernos del exterior, comienzan sus problemas porque sus discursos no tienen claridad pues se confunden los términos, y de esto se burlan sus enemigos, esto le ha generado dolores de cabeza y luego tiene que enmendarse lo dicho, una situación que demuestra carencias.
Al presidente lo culpan de la designación de los gabinetes que han fracasado por la pésima elección de sus ministros, que le ha generado duras críticas, y en el reciente caso de relevo de Mirtha Vásquez Chuquilín por Héctor Valer Pinto, ha sido clara su impericia de no fijarse en los antecedentes del nuevo premier, un tipo violento, capaz de patear a su hija y agredir a cualquiera.
A consecuencia del controvertido comportamiento del jefe de la PCM, tanto congresistas, ministros y colectivos feministas, salieron a protestar contra este personaje, contra el cual todos exigen su remoción, sin embargo el presidente Castillo, en vez de aceptar su equivocación lo respalda al cuestionar la decisión que el congreso establezca fecha para la confianza al gabinete.
El último Mensaje a la Nación del mandatario, fue totalmente vacío, no aclaró la situación, solo anunció la reconformación del Consejo de Ministros (PCM) y fustigo a sus exfuncionarios, que como sabemos criticaron el gabinete a la sombra que perjudica al gobierno, Vásquez, Guillén y Jaico, acusan a Castillo de no escuchar y permitir la presencia de malos asesores que lo aconsejan.