Podríamos decir que se trata de una nueva muerte selectiva, la producida en las últimas horas contra un fiscal que venía investigando el caso del canal de televisión ecuatoriano intervenido por una banda de narcotraficantes que luego fueron capturados por las fuerzas del orden, el primer caso se dio cuando un anterior grupo terrorista asesinó a un candidato y periodista de dicho país.
Cuando ocurrió la muerte de este último luego de concluir su campaña electoral y señalar que había recibido amenazas y que aun así decidió continuar, nadie creyó que sus horas estaban contadas, luego se conoció que el hombre de prensa y político fue muy acre en algunas posiciones que sostenía y que lo hacían alcanzar muchas adhesiones en el marco político por sus partidarios.
Lo lamentable y extraño es que entre una y otra víctima se produjo un lapso de tiempo que generó un estado de parálisis en el gobierno y los responsables de hacer justicia, porque ahí nomás aparecieron grupos de francotiradores que ingresaron a un medio de comunicación local, tomando por asalto a periodistas y a quienes se encontraban realizando gestiones informativas.
No pasó mucho tiempo para que el novel presidente transitorio del Ecuador saliera a los medios para demostrar fortaleza y anunciar que su gobierno será implacable con los delincuentes que dirigen sus acciones criminales en el país norteño, situación que hizo entender al mundo que Ecuador ha sido tomado por bandas asesinas desde hace un buen tiempo y sería difícil liberarse.
A ese respecto se dio a entender de una incursión de por lo menos una docena de cárteles mexicanos que habían penetrado las cárceles ultimando reos a quienes degollaban desafiando el control de las autoridades carcelarias, que luego anunciaron la fuga de algunos cabecillas, caso similar a lo que ocurrió en Venezuela donde se constató la fuga de criminales que dirigían bandas.
Mientras el Perú era blanco de acciones criminales que generan extorsión a comerciantes y les obligan a pagar cupos, los peruanos fuimos informados de la presencia de bandas internacionales que pese a todos los esfuerzos de la policía se mostraban incontrolables, por lo cual la policía montó operativos para intervenir call center donde participaban jóvenes captados y contratados.
Como sabemos, el gobierno realizó cambios de ministros del Interior en varias oportunidades en busca de resultados que pongan en buen recaudo la seguridad de los peruanos, sin embargo los pocos delincuentes que fueron aprehendidos fueron declarados libres por el poder judicial por falta de pruebas, situación que ha sido rechazada por la ciudadanía obligando remoción de jueces.
En dicho contexto se anuncia desde el congreso que se generarán leyes que castiguen a los magistrados que muestren debilidad contra los delincuentes y no los sancionen con todo el peso de la ley, como corresponde, entre tanto se especula de situaciones ilícitas donde podrían estar involucrados personajes mediante acciones contra la administración de justicia; muy reprobable.