Carlos Iván Landa Kerschbaumer
El todopoderoso político César acuña Peralta acusó al Jurado Nacional de Elecciones de no realizar filtros antes de efectuar la inscripción de candidatos de los partidos políticos que participan en los procesos electorales. “Ellos son la última palabra en dicha materia” se apuró a señalar, luego de evidenciarse que un terrorista que adoctrinaba niños fue descubierto como militante de su partido
Contra ello, un especialista de asuntos electorales, corrigió a Acuña, indicando que su versión no resultaba ser tan cierta, porque la responsabilidad en temas de inscripción de las listas de candidatos son de obligación de la organización política la cual está constreñida a presentar a sus representantes luego de una evaluación, no debe culparse de esa situación a dicho ente electoral
Con esa lógica, queda claro, que se ha abierto una controversia política, toda vez que el partido Perú Libre que ganó las elecciones con una ideología fundamentalista y radical según su ideario marxista leninista, fue inscrito sin reparos por el Jurado Nacional de Elecciones, que solo se limitó a verificar antecedentes procesales y las irregularidades de inscripción, sin tocar temas de fondo.
En ese contexto el JNE, como organismo electoral, se despojó de su anterior posición, de prohibir la inscripción de candidatos y/o partidos con ideologías extremistas y peligrosas para la institucionalidad democrática de cada proceso, como sabemos en varias oportunidades otros directorios del JNE negaron acceso a listas cercanas a grupos subversivos como sendero luminoso.
Lo cierto es que las organizaciones ideologizadas siempre están dispuestas a encontrar una desatención para capturar el poder, como no pueden hacerlo por la vía militarIzada pretenden utilizar la vía electoral, y contar con aliados para sus objetivos, recordemos que el gobierno de Colombia permitió que combatientes de las Farc participen en el parlamento sin previas elecciones
En tanto como candidato Pedro Castillo participó en convocatorias del gobierno de Bolivia, con predominio del Mas para ser parte de los convenios que ahí se realizaban, esto es tomar dinero del erario nacional para fortalecer a los partidos de izquierda en busca de generar una estructura partidaria multinacional que procure la expansión de la ideología marxista en países de América.
Todos esos peligros se advierten cada vez que se produce una convocatoria electoral con participación de organizaciones radicales que hacen grave daño a la democracia y que deben estar vigiladas por los partidos que desean preservar el modelo vigente que permite la solidez política de las mayorías y manejo económico prudente sin menoscabo del tesoro público de los países.
La clase política tiene la obligación de preservar las reservas nacionales sin permitir que se les de uso para el clientelismo político a cambio de votos, y el deterioro militar policial, como ha venido pasando, temas como la minería son fundamentales en la lucha por la recuperación económica y a eso se debe apuntar, dentro de un marco de instituciones limpias que apunten hacia el desarrollo.
