Por: Carlos Iván Landa Kerschbaumer.
El Perú pagará caro por sus errores -ojalá nos equivoquemos- los recientes sucesos políticos, ponen en vilo al país y lo transportan a un peñasco de incertidumbre, a punto de desmoronarse, la envoltura de corrupción en que vivimos, hace que olvidemos nuestras reales necesidades y nos aboquemos a casos dolosos, hoy solo interesa a quién meten a la cárcel, y se obvia lo sustantivo.
Desde que las autoridades políticas, nacionales, regionales y locales, asumieron sus cargos públicos, quienes más los sufren son los ciudadanos de a pie, porque más allá de algunas inauguraciones, incremento de haberes, desarrollo de programas sociales, estos constituyen paliativos, los grandes proyectos no se ejecutan, las acciones se dirigen a la cacería de los villanos.
Observando hace unos días un capítulo de una novela turca, el personaje entró en desesperación, cuando advirtió que el techo cedía ante la humedad, exclamando, “todo nos pasa”, y entró en crisis, en la realidad, también ocurre esto, la desventura de la familia, no tiene límites, la gente sufre por falta de recursos, y los políticos en vez de solucionarlos, se trenzan en enfrentamientos.
La clase política, se encuentra enfrentando una aguda crisis, que podría derivar en la ausencia de recursos, si entramos en inestabilidad política, a consecuencia de la corrupción instalada, que se traduce en ahuyentar la inversión pública, sino se toman medidas urgentes, si se comprueba que algunos siguen utilizando los dineros públicos, para beneficio propio, se seguirá hundiendo el país.
Cuando Alan García, radicalizó su gestión, como presidente de la república, la izquierda lo aplaudió, porque parecía haber copiado su programa político, enfrentándose a los grandes capitalistas del mundo, entre ellos los Estados Unidos, dejando de pagar la deuda externa, a consecuencia del caos, los inversionistas nacionales retiraron sus dineros y el país se desestabilizó.
Reinsertar al país, y volver a obtener la confianza de los Estados fue terrible, porque el gobierno de García dejó al país en la miseria, muchos funcionarios, que formaron parte de su administración se enriquecieron como producto de la corrupción, y la instalación del dólar MUC emitido para hacer ricos a los empresarios, Fujimori tuvo que ejecutar un schock en la economía para recuperarnos.
Durante largos años, los peruanos tuvimos que soportar la venta de productos de pan llevar a precios impopulares, con tres ceros a la derecha, dejando en estado de psicosis a las madres de familia, cuando iban a comprar al mercado; en los centros laborales, cada trimestre, se tenían que incrementar los sueldos para sostener la economía familiar, vivíamos una real economía de guerra
Hoy un escenario similar, podría ocurrir, si por actos de corrupción cae el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, porque cuando se genera este tipo de hechos, la desconfianza cunde, y los inversionistas retraen sus aportes, y como consecuencia de esto, el pueblo lo sufre, porque la economía se hunde, de ahí que los políticos tendrán que buscar una salida, que no colisione al país.